Optar por un diseñador gráfico externo es la solución ideal para cubrir las necesidades habituales de la empresa en trabajos de diseño gráfico, como publicidad, imagen corporativa, arte final para imprenta, banners o diseño web. Consigue una imagen corporativa de nivel diseñada por un profesional y evita la contratación de un diseñador gráfico en plantilla, eliminando gastos de nóminas y seguridad social, o la necesidad de gestionar un diseñador gráfico freelance distinto para cada ocasión, o lo que suele dar un resultado cuestionable, dejar la imagen corporativa de la empresa en manos de empleados no cualificados.
Contar con un diseñador gráfico externo garantiza consistencia en el estilo y la calidad del trabajo, algo difícil de mantener cuando se trabaja con un diseñador gráfico freelance diferente para cada trabajo. Tu diseñador gráfico externo ya conoce vuestra identidad visual y normas de aplicación corporativa, lo que facilita una colaboración eficiente y productiva, evitando tiempos de adaptación. Este enfoque combina lo mejor de la flexibilidad y la consistencia, proporcionando un servicio de alto valor que optimiza la imagen corporativa con un presupuesto ajustado.
Diseñador gráfico colegiado por el Colegio de diseñadores gráficos